lunes, 21 de octubre de 2013

Reflección


Estaban los dos en la habitación, revisando un viejo baúl, lleno de viejos pero buenos recuerdos, a simple vista, lo que más llamaba la atención era un marco dorado, brillaba, como si emitiera luz propia y encuadraba la foto de una hermosa mujer, con unos sublimes ojos glaucos-¿Quién es?- preguntó –Es la mujer más amable, honesta y cariñosa que pudo haber pisado este planeta- respondió el muchacho con una sonrisa enternecedora- ¡Já! Creo que estás exagerando- dijo la chica con picardía- No, para nada, no es una exageración, te lo aseguro, la conozco de toda la vida, soy lo que soy ahora gracias a ella, esta mujer me enseñó todos los valores que practico y practiqué siempre, ella me enseñó lo que es el amor y la alegría; pero lo más importante, me enseño a formar y valorar una familia- terminó orgulloso -¡No pares! Continúa… -dijo impaciente la muchacha- Me tomaría una eternidad describirte todo lo que aprendí de ella; me enseñó a levantarme cuando estoy caído, a nunca rendirme, incluso, asimilé el término "fuerza de voluntad", que es una de las cosas que esta mujer ha demostrado siempre. Es una mujer valiente, siempre dio todo por su familia, por su marido y por sus hijos, aunque estos últimos no hayan dado todo por ella, lo superó, nada puede hacerla caer, porque su amor es infinito -dijo acariciando dulcemente la cara de la mujer del retrato -Es por eso que tiene este lugar especial dentro de mi baúl de recuerdos -concluyó- Bueno, suena como alguien muy importante en tu vida, ¿pero? No me has dicho quien es… -dijo ella titubeando- Él dirigió el cuadro dorado hacia la muchacha diciendo- Ella es mi madre…

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